Es un movimiento que hace postulados sobre arte, arquitectura, música y literatura que se comenzó a gestar en 1890 y se consolidó hacia 1914, con un grupo de intelectuales que reaccionaron contra las tradiciones y academicismos del s. XIX. Algunos historiadores lo dividen en modernismo y postmodernismo, pero otros dicen que son dos expresiones de lo mismo. No obstante, aún cuando el Postmodernismo se discutió a lo largo de todo el s. XX, fue en la década de los 70’s donde se planteó con firmeza. No es oportuno entrar en la discusión sobre si son dos períodos o uno solo, ya que para el tema del análisis de Le Corbusier, será importante centrarse en los postulados del modernismo.
Charles Edouard Jeanneret (Le Corbusier), nació en 1887 y murió en 1965 en Suiza. Fue famoso por sus planteamientos que dieron origen al modernismo en la arquitectura. Otro nombre que se dio a sus planteamientos fue el de Estilo Internacional, del cual ya se habló anteriormente. Otros arquitectos seguidores de esta escuela fueron Ludwig Mies van der Rohe, Walter Gropius y Theo van Doesburg, siendo estos los más destacados al inicio del movimiento que se expandió en el mundo entero. Le Corbusier fue también, pintor, escultor y diseñador de muebles.
Su planteamiento propuso la utilización de los nuevos materiales industriales, la democratización de la arquitectura, la solución de viviendas de ocupación masiva y la preservación de la naturaleza en los entornos urbanos aún cuando se echara mano de la mayor tecnología industrial.
En las edificaciones planteó el recurso de la «planta libre», es decir, grandes áreas libres sin obstáculos de las columnas u otros elementos estructurales, lo cual se logró gracias al concreto armado concreto u hormigón: cemento + arena + gravilla (piedra pequeña) + agua. Concreto u hormigón armado: cemento + arena + gravilla (piedra pequeña) + agua + varillas de acero para reforzamiento interno de los elementos estructurales (vigas, columnas y placas).
Así mismo, propuso los grandes ventanales, rampas, edificaciones sobre columnas que dejaran pasar por debajo el paisaje. En cuanto al urbanismo el planteamiento principal fue la Ciudad Radiante (Ville Radieusse) donde decía habría sol, verdor y contacto con la naturaleza, además de la eficacia funcionalista, es decir, que cumpliera sus propósitos para la necesidad para la cual se construía. «La casa es un máquina de habitar» fue su emblema al respeto. En los tejados –decía- estarían los jardines que nos remitan a la infancia.
Sus planteamientos hicieron eco en toda Europa y durante la Segunda Guerra Mundial, se dispersaron por Estado Unidos gracias a la nutrida inmigración de intelectuales a ese país.
Tomado de: Monografia para optar al titulo de bachiller, LA BIBLIOTECA VIRGILIO BARCO VARGAS EN BOGOTÁ UN EJEMPLO DE ARQUITECTURA DESTACADA, por SEBASTIAN RENDON RAMIREZ
